miércoles, 4 de noviembre de 2009

HOMERO Y LOS PRIMEROS HOMÍNIDOS



La familia Simpson se encontraba desayunando en armonía en la mesa de la cocina: Homero, March, Bart, Lisa y la pequeña Magui; cuando Homero dijo:
-          Hoy es un gran día, todo está marchando bien, nada puede salir mal.
-          ¡Papá! Tenés atorada en la mano la tostadora- Gritó Lisa.
-           Ahhh!! – Gritó Homero, intentando sacar su mano de allí y golpeando con la tostadora a todo lo que había en paso. Mientras Bart se reía de la situación.
Luego de varios intentos fallidos logró quitarse la tostadora, fue allí cuando suspiró por la tranquilidad que esto le ocasionaba y dijo:
-          Ahora si, nada puede salir mal.
-          ¡Papá! Se te volvió atorar la otra mano en la tostadora-dijo Lisa  resignada.
Homero, una vez más, empezó a los gritos golpeándose con todo lo que había en paso para  poder sacarse la tostadora de la mano. Cuando lo logró, se dio cuanta de que había destrozado electrodoméstico.
-          Vas a arreglarla, Homero, no vas hacer como con la licuadora, aspiradora, plancha y el asador que intentaste armar y nunca lo hiciste; que finalmente  que has tirado- Dijo March.
Entre murmullos y quejas Homero lleva la tostadora al cuarto de las herramientas:
-          No puede ser tan difícil arreglar una simple tostadora- comenta- Debe ser por aquí que se rompió – comentaba mientras ponía su destornillador en la tostadora, sacando y poniendo piezas al aparato.
Luego de unos segundos pasados y de tocar varias cositas en la tostadora, lo arma y  Homero se da cuenta que le habían sobrado algunas piezas; de todas formas lo enchufa la para ver si funcionaba y fue cuando se dio cuenta que algo extraño estaba sucediendo. La tostadora irradiaba rayos ultravioletas y cada vez que Homero lo tocaba  su mano desaparecía. Fue allí cuando Homero desaparece y viaja en un túnel a una  nueva dimensión
-          Iihhujju!! Debo ser el primer hombre que viaja en una máquina del tiempo- dijo Homero contento.
Fue allí cuando se encuentra con  Charly Brown que le dice
-          No te ilusiones que ya somos varios los que hemos pasado por esto ¿o acaso ya olvidaste al Doc y Marty de volver al futuro?
Cuando Homero menos lo espera, llega a un lugar natural con muchas especies arbóreas reconociendo que estaba en algún lugar de África pero en el pasado y recuerda lo que el padre le aconsejó cuando se casó:
-          Si alguna vez viajas en el tiempo no debes tocar nada por que puede traer consecuencias en el presente. –Se lo imagina mientras lo recuerda.
Mira a su alrededor y comienza a caminar con mucho cuidado para no tocar nada, en un momento ve en árbol recolectando frutos  un pequeño homínido australopitécidos de unos 105 cm. que parecen ser los primeros seres que poseen ya vestigios de caracteres humanos rudimentarios.  Cuando Homero lo ve, lo reconoce y le dice:
-          ¡Ahh! –suspiró Homero- Tú debes ser la pequeña Lucy, nuestro antepasado más primitivo.
Lucy solo lo mira unos segundos y continúa con su actividad arbórea.
-          ¡No! Espera- le dijo Homero- Estoy perdido en el tiempo y necesito que me ayudes.
Lucy se detiene lo mira y con sus brazos largos le señala una arroyo para bañarse, ya que hacía mucho calor.
-¡Gracias! – dice Homero, abrazándola fuerte.
Por lo que Lucy se asusta y le muerde el brazo  con su mandíbula grande y sus enormes molares. Homero pegó un grito que se debe haber escuchado en toda África pero luego cuando vio el  pequeño rostro y su mentón muy retirado con semejanzas a un chimpancé actual, delgada y grácil se enterneció y lo siguió.
Lucy era quien guiaba a Homero, con su andar lento pero erguido sobre sus extremidades inferiores con su largo y ligera curvatura de sus manos y pies, lo acompañó hasta llegar al arroyo.
Cuando Homero se estaba por refrescar en el arroyo junto con Lucy, percibe una sensación extraña con vibraciones rodean a su cuerpo y sin pensar agarra bien fuerte a Lucy y desaparecen de aquel lugar volando en el túnel del tiempo.
-¡ohh! La vez que me estoy por dar un buen baño- se quejaba Homero mientras viajaba a otra parte del tiempo. Y cuando mira a su lado y ve a Lucy viajando también por el túnel dice
- Esto no debe estar nada bien, ¡no puedo modificar nada del pasado!- Dijo Homero mientras Lucy nuevamente asustada le muerde el brazo con su mandíbula grande y sus enormes molares.
Cuando llegan a destino,  miran alrededor y ven que se encuentra en otra parte de África pero no reconoce en que tiempo estaba pero cuando Lucy observa en un árbol un homínido con características similares a la de ella comienza a señalarlo y hacer sonidos con la voz para llamar su atención y Homero se da cuenta de los gestos que hacía Lucy al verlo.
-¡Ahh! Lucy debe ser algún pariente tuyo mirá lo parecidos que son, debe ser el llamado Africanus. ¡Y es un australopitecos igual que vos!- Dice exaltado al verlo venir y al ver Lucy tan contenta.
Cuando se acerca  Homero nota que Africanus tenía unos centímetros más alto que Lucy, un rostro más corto, pero la mandíbula se encontraba adelantada con respecto al maxilar igual que Lucy y su cabeza tenía un volumen un poco mayor. A pesar de esto,  Homero se maravillaba por las similitudes que existía.
Al encontrarse Lucy y Africanus se observaba detalladamente uno al otro el rostro, el cuerpo, la cabeza. Se estaban conociendo y j ugaban juntos. Fue entonces cuando Homero sintió nuevamente vibraciones en su cuerpo y se dio cuenta que iba a volver al túnel del tiempo, por lo que corrió rápidamente hacia donde se encontraba Lucy y la abrazó fuertemente. Fue allí cuando desaparecieron de aquel lugar y Africanus quedó allí asombrado  sin entender lo que había sucedido.
En el túnel del tiempo cuando Lucy se rescata que Homero la tenía apretada y que ya no estaba su pariente Africanus le muerde nuevamente el brazo  con su mandíbula grande y sus enormes molares.
-          Ah!! – gritó Homero- Tenía que hacerlo por que no te puedes quedar allí, no es tú tiempo y debo volverte al lugar de donde te saqué para que nada malo ocurra en el presente. – le explica.
Lucy lo mira como comprendiendo lo que le estaba diciendo pero a su vez decepcionada por no estar con ese individuo que estaba conociendo.
Al llegar al nuevo destino, se encuentran nuevamente en un lugar con vegetación y comienzan a caminar para conocer un poco más en donde estaban. Pero en el andar, se dan cuenta que la vegetación era menor y que no tenía similitudes con el lugar de donde había sacado a Lucy debido a que  era un medio abierto y seco, tipo sabana a diferencia de donde vivía Lucy que era un territorio en mosaico de bosques y de sabanas arbustivas.
Cuando se dan cuenta dos individuos lo estaban siguiendo y cada vez que se daban vuelta se escondía por lo que no podían distinguir quienes eran. Cuando logran ver se les acerca una especie de Australopithecus comiendo raíces y semillas con características similares a Lucy pero con mayores superestructuras y más robustos; y a su vez, con diferencias notables en el tamaño, en el rostro, más achatado con mejillas más abultadas una cresta sagital muy marcada. No tiene nada de frente y con una mandíbula de gran tamaño.
-          Mira Lucy, ellos también debes ser tus parientes del futuro, fíjate que tiene semejanzas con vos- exclamó Homero sin darse cuenta que los asustaba con sus voz potente y se escondían nuevamente- Vengan, vengan, no les venimos hacer daño-dijo Homero-Les presento a Lucy, que debe ser algo así como su prima- decía señalando a Lucy -  como no se sus nombres los voy a llamar Robustita (al más pequeño) y Robustito (al más alto).
Lucy sin entender mucho se acerca a ellos pero rápidamente Robustito y Robustita se alejan, y se pierden de vista.
Homero y Lucy siguen caminando algo decepcionado por no haber encontrado el lugar de Lucy, cuando nuevamente Homero comienza a sentir vibraciones en el cuerpo y esta vez sólo agarra del brazo a Lucy.
Una vez más aparecen en el túnel del tiempo, pero es Homero quien le da un mordiscón a Lucy y le dijo
-          ¡Perdón! Es que tengo algo de hambre.
Lucy sólo lo mira como diciendo quiero volver a mi casa siendo justo el momento en que llegan a un nuevo destino.
 Cuando pisan tierra ven a lo lejos un grupo de individuos muy concentrados en sus tareas. Homero se acerca aún más para ver que era lo que estaban haciendo.
-          ¡Hola! Mi nombre es Homero y ella es mi amiga Lucy; y estamos perdido en el tiempo. ¿Qué es lo que ustedes están haciendo? – dice Homero mientas observa que fabricaban algo con piedras.
 Uno de ellos lo mira y sigue realizando su trabajo.
-          ¡Hola! Una preguntita no saben donde hay algún lugar para comer por que mi amiga y yo tenemos hambre- pregunta Homero.
Uno de ellos lo mira y sigue realizando sus tareas.
-          ¡Hola! Cerveza ¿donde puedo conseguir?
Esta vez ni miran y continúan con sus tareas, al darse cuenta Homero de los que estaban haciendo toma uno de los utensilios y se lo muestra a Lucy.
-          Mira que belleza lo que han hecho-Dice Homero a Lucy- son ustedes muy habilidosos- Les dice a ellos aunque no le prestaban atención- Seguramente también son parientes tuyos Lucy, fijate que son muy parecidos sobre todo la parte de la cara aunque la cabeza de estos es más grade y los dientes son algo más pequeños – señala mientras toma a unos de ello y mira su boca.
-          ¡mmm! Mira que mamacita la pelvis de esta señorita- exclama Homero mientras mira a una de ellas que se encontraba allí sentada.
Lucy mira y presta atención a todo lo que Homero dice pero a esta altura sólo quería volver a casa. Entonces Homero saluda a los habilidosos y les dice que van a seguir recorriendo el lugar haber si encuentran algo. Los habilidosos siguen concentrados en sus tareas, trabajando arduamente con piedras y no se rescatan que ya se habían ido.
Fue en el trayecto de la caminata cuando Homero siente que su cuerpo empieza a vibrar y le dice:
-          ¡Lucy agárrate que esta vez a lo mejor tenemos suerte! – dijo Homero esperanzado de que esta vez fueran al lugar correcto.
Fue, entonces, cuando se encontraron nuevamente en túnel del tiempo y llegaron a un lugar similar al hábitat de Lucy recorrieron un trecho y Homero dijo
-¡Si! Creo que esta vez encontramos tu lugar original.
Lucy se puso muy contenta y no dejó de saltar de la emoción hasta que miró nuevamente a Homero y tendió sus manos en forma de agradecimiento.
-          Yo también te voy a extrañar Lucy- Dijo Homero.
Fue allí cuando Lucy tomó el brazo y le muerde el brazo con su mandíbula grande y sus enormes molares, y larga una especie de carcajada por lo sucedido.
Homero entre grito por el dolor le dice:
-          Lucy, hoy diste un gran paseo y pudiste conocer a tus parientes de los tiempos próximos. Por un lado viste a los Africanus y los Robustos, y por el otro a los Habilidosos de donde surgimos nosotros, es decir que también somos parientes muy lejanos.
Lucy parecía entender todo lo que decía, y aparentaba testar orgullosa de ser quien era. Justo en ese momento Homero sintió un cosquilleo en todo su cuerpo y supo que llegó la hora de despedirse, se abrazaron y desapareció lentamente.
Al llegar al nuevo destino, Homero se dio cuenta que estaba nuevamente en su casa en el cuarto de las herramientas; reflexivo va corriendo al cuarto de Lisa, y le dice:
-Lisa, viaje en el tiempo y conocí a Lucy.
Lisa lo mira con cara de desconcierto y espera a que continúe.
-          Conocí a Lucy y tengo unas preguntas para hacerte- continúo Homero- Necesito saber quién fue exactamente.
A pesar de que no le creyó lo de su viaje por el tiempo notó en su padre una gran curiosidad por el tema, lo que también le parecía extraño.
-          Papá no se si viajaste en el tiempo pero si te puedo decir de que la especie de Lucy, los Australopithecus afarensis fueron de gran importancia para la evolución del hombre; ellos vivieron hace casi 5 millones de años y de ellos se diversificaron dos líneas. Una de estas líneas evoluciona - a través del Australopithecus africanus- hasta el Australopithecus robustus, que desapareció hace un millón de años. –Mientras Lisa habla, Homero va recordando que estuvo con ellos también- La segunda de las líneas- continúa - daría lugar primeramente, entre 3 y 2 millones de años, al Homo habilis; después, hace 1 millón de años, al Homo erectus; y, posteriormente, al Homo sapiens.
Homero queda asombrado y a su vez maravillado por el ser que había conocido. Entre el estado de asombro y reflexivo toma la tostadora  y la lleva directamente a la basura.
-March voy a comprar una nueva tostadora- le dice mientras ve a la heladera a buscar una cerveza.


Daniela Sáenz

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