miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sueño de una tarde de verano

Hoy, muchos meses más tarde, recuerdo aquella tarde con nostalgia. Pero la verdad es que tuve mucho miedo.
La cosa fue así: jueves por la tarde, enero. Había decidido salir a dar un paseo, de repente paso al frente de un museo y decidí entrar, hacia mucho calor y el museo resultaba una buena alternativa para pasar la tarde.
Las salas del museo estaban realmente frescas. Pase buena parte de la tarde mirando las colecciones, leyendo las inscripciones de las vitrinas e imaginando como habría sido la vida en la tierra hace millones de años atrás. En un momento me encontré con la sala de Antropología, entre, y empecé a observar todo lo que se hallaba allí dentro, estaba la vitrina donde se encontraban ejemplares de “Ardipithecus raminidus”, “Australopithecus”, “Homo Habilis, los primeros talladores de piedra, y luego me encontré con el “Homo erectus”.
Después de haber recorrido buena parte de la sala decidí tomar un descanso. Me senté en un banco, la sala estaba en silencio y desierta, y me quede mirando al “Homo erectus”, que había quedado justo frente a mi. Lo mire un buen rato y empecé a pensar… ¿de donde vendremos, nosotros los seres humanos?, ¿nos habremos parecido a este señor que tengo aquí en frente?, ¿como habrán vivido estos seres hace muchos millones de años?, ¿habrán tenido casa, ropas, alimentos? …. Como supuse que nunca iba a encontrar respuesta a mis preguntas me acomode en el banco y cerré los ojos para disfrutar del silencio.
Me quede profundamente dormida. Al despertar, la sala estaba en penumbras, me di cuenta que habrían cerrado el museo, y empecé a inquietarme, trate de reconstruir mentalmente el mapa del edificio, Salí de la sala de Antropología y trate de dirigirme donde se hallaba la puerta de entrada pero no pude, el museo estaba muy oscuro, recorrí unos metros los pasillos pero fue en vano, no pude encontrar la salida.
Decidí sentarme en un banco que se hallaba en frente de la sala de antropología, la idea era dormir para que se pasara pronto esa noche horrible que me esperaba, pero de pronto escuche un ruido que provenía de la sala de Antropología, al principio sentí miedo pero luego pensé, debe ser el sereno del museo que puede ayudarme a salir de aquí, entonces me dirigí hacia allí, cuando entré a la sala casi me desmayo, me encontré con un … No se como describirlo, algo horrible, era un “Hombre”, si se lo puede llamar así, pero tenia algunas particularidades, tenía un cráneo bajo y redondeado, frente pequeña, unas prominentes marcas musculares, su mandíbula era grande, de talla elevada, etc. aunque me daba desasido miedo me atreví y le pregunte:
- ¿Quién eres tú?, ¿También te has quedado encerrado en el museo?, ¿me puedes ayudar a salir de aquí?
- Ehh, porque tantas preguntas, te las contestare pero de a una- mi nombre es Hominito, y no me quede encerrado en el museo, yo vivo aquí.
-¿Cómo que vives aquí?-pregunte yo exaltada.
-Si, vivo aquí. No termine de presentarme todavía y contestarte las primeras preguntas que tú ya me haces otras nuevas. Te decía que mi nombre es Hominito y vivo aquí, en la vitrina que dice “Homo erectus”, y justamente ese es mi apellido, “Erectus”.
-Cuando escuche esas palabras se me erizo la piel, estaba hablando con ese “señor” que, como me había dicho mi profesora de Antropología, los “Homo Erectus” habrían aparecido hace unos 1, 8 millones de años y habrían desaparecido hace unos 400, 000 millones de años, pero bueno, trate de relajarme y aprovechar a este señor para hacerle algunas preguntas y sacarme algunas dudas acerca de la evolución del hombre.
-¿Y tu quien eres?-pregunto Hominito.
-Yo soy Adriana, tengo 23 años y soy estudiante de biología. ¿Te molesta si te hago algunas preguntas?
-No Adriana, hazme todas las preguntas que quieras, me gusta que venga gente a visitarme porque si no me aburro mucho. Tengo que estar todo el día parado ahí como una estatua, y de ves en cuando viene alguien a visitarme.
-Bueno, quiero que me cuentes un poco de donde surgen ustedes, donde vivían, como era el ambiente donde habitaban y hacia donde emigraron.
-Bien, nosotros los “Homo erectus” somos los Homínido extintos, vivimos entre 1.8 millones de años y 300.000 años antes del presente, pleistoceno inferior y medio, como bien te dijo tu profesora. Los Homo erectus, clásicos habitaron en Asia oriental (China e Indonesia). En África, se han hallado restos fósiles afines que con frecuencia se incluyen en otra especie, Homo ergaster; también en Europa, diversos restos fósiles han sido clasificaos como H. erectus.
Éramos muy robustos y teníamos una talla elevada, casi 1.80 m de medida. El volumen craneal era variable, entre 800 y 1200 cc. Poseíamos una mandíbula sin mentón, pero de dientes relativamente pequeños.
Vivimos en épocas de varias glaciaciones, durante estas el nivel de mar bajó considerablemente, por lo que pudimos llegar a Europa por tierra, legamos a Europa como cazadores y carroñeros, junto con el león, el lobo y la hiena.
Las zonas ocupadas por glaciares fueron evitadas. En África estos periodos de glaciaciones correspondían con épocas de grandes lluvias y gran avance de zonas arbóreas como pinos, olmos y abedules, en zonas cercanas a glaciares el paisaje seria de tundra y estepa, predominando los musgos, líquenes, árboles enanos, etc.
¿Estas aburrida Adriana?, si quieres no te cuento más, lo que pasa es que paso tanto tiempo sin hablar que cuando veo a alguien me entusiasmo y no paro.
-No, para nada me encanta escucharte, mientras vos hablas yo tomo nota. Haber señor Hominito, Hominito ¿no?
-Si, Hominito es mi nombre.
-Bueno Hominito, mi profe me dijo algo así como que ustedes descubrieron el fuego, ¿eso es verdad?
-Si, así es Adriana, nosotros descubrimos el fuego, y me siento muy orgulloso de eso. Gran descubrimiento ¿no?
-Si Hominito, gran descubrimiento.
- El gran avance -continuo diciendo Hominito- fue la Domesticación del fuego, ya que en esa época el fuego existía de forma natural en volcanes y no se en que otros lugares, nosotros lo capturamos, lo conservamos y reproducimos. Nos servimos de el para calentarnos, asar nuestros alimentos, lo convertimos en el “hogar”: centro de la vida social. Alrededor del fuego los relatadores contaban sus hazañas, se organizaba la caza de día siguiente.
-Que lindo Hominito, y dime, ¿cuales eran sus herramientas, si es que tenían?
-Si, lo que mas utilizábamos eran las hachas de mano, el hendedor y las bolas. Estos útiles eran más elaborados que los de nuestros antepasados, su función era más especializada, podíamos seleccionar la materia prima.
Descubrimos nuevas técnicas de talla, la talla con percutor blando, que nos permitía mayor precisión en la talla de herramientas, mejores filos y acabados.
-El fuego mejoro su calidad de vida ¿no?-pregunte.
-Si, por supuesto, nos permitió colonizar permanentemente áreas de Europa que eran inhabilitables en épocas de frió intenso. Gracias al fuego mejoramos la alimentación y la conservación de los alimentos. También utilizamos el fuego en la fabricación de utensilios y prolongamos la actividad al prolongar las horas de luz.
-¿De que se alimentaban?
-Nosotros vivíamos de la caza y el carroñeo y recolectábamos gramíneas y vegetales, por ello éramos nómadas, explotábamos un determinado territorio según las migraciones de animales, épocas de recolección en determinados lugares de gramíneas y bayas de temporada,
-Ah-dije-por eso los hogares hallados se pueden interpretar como lugares en los que una parte del grupo desempeña una labor específica, como la caza o talla de instrumentos, por un corto espacio de tiempo.
-Si, exactamente así es, y otros campamentos eran los campamentos base donde todo el grupo permanecía por un espacio prolongado de tiempo.
-¿Como era la organización?-pregunte.
-Nos organizábamos en grupos reducidos de individuos para poder explotar los recursos de un área sin agotarlos y cubrir las necesidades mínimas del grupo que se encontraba entre 20 y 30 personas, dependiendo de los recursos accesibles.
-¿Esos grupos estaban aislados de otro grupos?-pregunte nuevamente interrumpiendo a Hominito que estaba muy entusiasmado con su narración.
-No, claro que no, nos relacionábamos con otros grupos para formar redes de intercambio matrimonial y de información.
-Tienes razón-dije-porque si un grupo se aísla surge la endogamia y con ella la extinción del mismo al cabo de un tiempo.
-Así es-dijo Hominito y siguió con su relato-también la caza de los grandes herbívoros, que aportarían grandes cantidades de carne, requerían la cooperación de varios grupos.
-¿Y como eran los lugares en donde habitaban?-pregunte.
-Vivíamos en zonas al aire libre o en cuevas y abrigos naturales. Generalmente, nuestras cabañas estaban divididas por áreas: para cocinar, tallar o descansar…
-De repente sentí que alguien me tocaba el hombro y me llamaba, cuando desperté estaba un poco confundida, no sabia donde me hallaba, hasta que un hombre, el sereno del museo me dijo.
-Señorita, se ha quedado dormida. Estamos por cerrar las puertas del museo.
-Confundida lo mire y mire a mi alrededor, lo mas asombroso fue cuando en la vitrina que se encontraba frente a mi se hallaba Hominito, el Homo erectus con el que había estado hablando hace un rato en mi sueño, mire mis manos y tenia una lapicera y un anotador en el cual las ultimas palabras decía “Hombre erectus erectus” y “hombre erectus pekinensis”, mire al sereno y le pregunte.
-¿Quién es “Hombre erectus erectus y Hombre erectus pekinensis”?
El sereno muy amablemente me dijo, es hora de cerrar señorita ero le voy a responder a su pregunta.
-En el año 1891 el medico anatomista Eugène Dubois encontró el cráneo de un homínido en la isla de java (Indonesia) al que llamo pithecantropus erectus u “Hombre mono erguido”, en 1894 fue mas conocido como “Hombre Java” y actualmente se conoce como “Homo erectus erectus”, en 1921 el geólogo sueco Gunnar Anderson descubrió un molar y un premolar inferior humanos, en un yacimiento de China. Desde 1926 a 1928 el anatomista canadiense Black dirigió un equipo de investigación que realizo exitosas excavaciones en la zona, encontraron un molar inferior con el que Black propuso la especie sinanthropus pekinensis, luego encontraron dos cráneos y Black mostró como el sinanthropus debía estar emparentado con el pithecantropus de Java. En la década de 1930, el anatomista y el antropólogo físico alemán Fran Wendenreich y otros expertos completaron el descubrimiento de la colección mas famosa de fósiles de H. erectus, cerca de Pekín, fósiles que en su conjunto recibieron el nombre popular de “Hombre de Pekín”. En 1940 Wendenreich reinterpreto estos restos como “Hombre erectus pekinensis”.
-Una última pregunta señor
-Si, dime muchacha
-¿Cuál fue el camino de la evolución después del “Homo erectus”?
-Bien, el Homo ergaster (humano trabajador) procede de algunas de las formas mas evolucionadas del Homo habilis (hombre hábil) y fue el primer homínido que abandono la cuna africana para extenderse por Asia. En el continente asiático estas poblaciones evolucionaron hacia un tipo humano muy característico el Homo erectus (hombre bípedo).
El Homo antecesor (que va delante) seria descendiente del Homo ergaster y antepasado del Neandertal. Otra especie encontrada fue el Homo heidelbergensis, seria intermedio entre el Antecesor y el neandertal.
-Muchas gracias señor-le dije-ahora me voy a retirar del museo.
-De nada señorita, que tenga buenas noches.
El sereno se marcho y yo quede parada en medio de la sala, comencé a caminar hacia la puerta pero antes de irme me di vuelta para echar una mirada, por ultima vez, a Hominito, desde su vitrina me miraba sereno como despidiéndome, allí le tome una foto para quedarme de recuerdo, y aquí la tengo para mostrarles, les presento a Hominito.



Hominito erectus
FIN

AUTOR: Montenegro Adriana Gisela - 29 de octubre de 2009- Profesorado de Biología

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